El objetivo de la Terapia de Aceptación y Compromiso es ayudar a que el cliente/paciente se dirija a una vida rica y significativa, aceptando el malestar que inevitablemente va unido a ella. Se centra en la promoción de los valores o aquello que es importante para cada persona y que le sirve de guía en su vida; la observación y el análisis de la relación con nuestras emociones y pensamientos; y la generación de acciones valiosas y comprometidas con los valores de cada uno que nos permitan el acercamiento a la vida que deseamos. 

Esto permite entrenar nuestra Flexibilidad Psicológica (o la habilidad humana para estar presente en la situación actual -psicológica y externa- y en contacto con las oportunidades que presenta la misma, y tomar acción apropiada y comprometida hacia los objetivos y valores, incluso en presencia de eventos amenazadores -pensamientos, sentimientos, sensaciones fisiológicas, imágenes y recuerdos- Frank W. Bond) y paradójicamente, reducir el malestar psicológico. ACT no buscar reducir el dolor o sufrimiento directamente, busca agrandar tu vida modificando lo que haces.

En la Terapia Cognitivo Conductual se trabaja enseñando a reconocer los estilos de pensamiento que predisponen a llegar a conclusiones poco útiles para el paciente, o pensamientos disfuncionales. Para esto es necesario entrenar a la persona para que sea capaz de reflexionar acerca de su propia manera de pensar y plantearse qué puntos son conflictivos y cuáles no lo son. De este modo, se persigue que el cliente tenga más capacidad para cuestionarse las categorías con las que trabaja (como por ejemplo, "éxito y fracaso") y detectar patrones típicos de pensamiento que le causan problemas (Fuente: Psicología y Mente).

Este tipo de terapia se basa fundamentalmente en el análisis de la relación entre pensamiento, emoción y conducta, apoyándose como eje de cambio en la reestructuración cognitiva o modificación del pensamiento. Esto es, modificar el pensamiento para llegar a modificar nuestra conducta en una dirección más saludable y adaptativa. La TCC busca reducir el malestar en base a modificar lo que piensas (con impacto sucesivo en lo que sientes y haces). 

Es el “estudio científico de las experiencias positivas, los rasgos individuales positivos, las instituciones que facilitan su desarrollo y los programas que ayudan a mejorar la calidad de vida de los individuos, mientras previene o reduce la incidencia de la psicopatología” (Seligman 2005; Seligman & Csikszentmihalyi, 2000). Es decir, su objeto principal no se centra en la búsqueda de la psicopatología y es capaz de distinguir que las habilidades y recursos que una persona necesita para volver a equilibrar su vida (cuando existe trastorno psicológico) no son las mismas que se requieren para desarrollar el máximo potencial de sus fortalezas y bienestar.

En definitiva, la Psicología Positiva no es un ejercicio de autoayuda ni un método mágico para alcanzar la felicidad. Lo que persigue es ampliar el foco con el que las personas se explican el mundo, abarcando todo el espectro de conductas, emociones y rasgos del ser humano, tanto en sus características negativas como también en las positivas. Cambia el foco hacia la Salud, el Bienestar, la Calidad de vida, las FORTALEZAS,…el Logro…